Amantadine

Descripción general de Amantadina

La Amantadina es un medicamento antiviral que se utiliza principalmente para tratar y prevenir la influenza A, así como para tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y los trastornos similares a Parkinson causados por ciertos medicamentos. La fórmula química es C10H17N y pertenece a la clase de medicamentos llamados adamantanos.

Formas de presentación y dosificación

Amantadina está disponible en varias formas, incluyendo cápsulas, tabletas y solución oral. La dosificación típica para el tratamiento de la influenza A en adultos es de 100 mg dos veces al día. Para el tratamiento de trastornos del movimiento, la dosificación puede variar y se ajusta en función de la respuesta clínica del paciente y de su tolerancia al medicamento. Es crucial ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal.

Indicaciones específicas de uso

En el contexto del tratamiento de la influenza, la Amantadina se usa principalmente para casos confirmados o sospechosos de influenza A, siendo más efectiva si se inicia dentro de las 24 a 48 horas después de la aparición de los síntomas. En neurología, este medicamento se prescribe para aliviar la rigidez, los temblores y la bradicinesia asociados con la enfermedad de Parkinson. Se utiliza también para tratar la discinesia inducida por fármacos en pacientes que toman antipsicóticos.

Efectos secundarios comunes

Los efectos secundarios más frecuentes incluyen náuseas, mareos, insomnio y nerviosismo. También se pueden observar efectos anticolinérgicos como sequedad de boca, estreñimiento y retención urinaria. Reacciones más graves, aunque menos frecuentes, incluyen convulsiones, psicosis y alucinaciones, especialmente en pacientes con antecedentes de enfermedad mental o en aquellos donde se ha excedido la dosis recomendada.

Interacciones medicamentosas relevantes

La Amantadina puede interactuar con otros medicamentos como los anticolinérgicos, los inhibidores de la MAO, y los diuréticos, especialmente aquellos que también afectan la excreción renal, como el triamtereno o la hidroclorotiazida. Estas interacciones pueden aumentar los riesgos de efectos secundarios o reducir la eficacia del tratamiento. La combinación con alcohol puede intensificar los efectos secundarios neuropsiquiátricos.

Contraindicaciones y precauciones

La Amantadina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida al medicamento o a cualquier componente del mismo. Debe usarse con precaución en pacientes con enfermedad renal, ya que puede requerir ajuste de la dosificación. Además, precauciones especiales deben considerarse en pacientes con antecedentes de epilepsia o otras enfermedades psiquiátricas debido al riesgo de agravar estos estados.

Mecanismo de acción específico

La Amantadina actúa bloqueando la replicación del virus de la influenza A al inhibir la liberación del material genético viral dentro de las células infectadas. En el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, se cree que la Amantadina facilita la liberación de dopamina y bloquea su recaptación, mejorando así los síntomas motores. También tiene propiedades antagonistas leves del receptor NMDA, que pueden contribuir a sus efectos terapéuticos.

Consideraciones farmacocinéticas

La Amantadina se absorbe bien en el tracto gastrointestinal, alcanzando concentraciones plasmáticas máximas en 1-4 horas después de la administración oral. La vida media plasmática es de aproximadamente 17 horas, lo que permite su administración en dosis diarias o cada 12 horas. Aproximadamente el 90% de la droga se excreta sin cambios por los riñones, por lo que la función renal es crucial en la determinación de la dosis adecuada.

Ajuste en poblaciones especiales

En pacientes ancianos o aquellos con insuficiencia renal, la dosis de Amantadina debe ser ajustada para prevenir la acumulación de la droga y los posibles efectos tóxicos. En niños, aunque el uso de Amantadina para la influenza A es ocasionalmente aprobado, debe considerarse el balance entre beneficios y riesgos, y ajustarse la dosificación adecuadamente. No se recomienda su uso en mujeres embarazadas a menos que el beneficio supere claramente el riesgo potencial para el feto.